“Como profesional tuve una muy buena apertura de las instituciones”

Santiago Heredia es licenciado en Psicología, psicoanalista y fundador de “Alojar”, un nuevo espacio de formación en psicoanálisis con niños y niñas que tiene el propósito de habilitar el intercambio entre estudiantes y profesionales convocados por la infancia, apostando por una construcción colectiva que aporte a las problemáticas que interpelan estos tiempos.

Santiago realizó sus prácticas en el Hospital Garrahan, fue docente de la UNT y está desarrollando su profesión de manera independiente, dedicado a la atención de niños y niñas y a la supervisión de casos a jóvenes practicantes.

También es afiliado al ISSPSE y hoy cuenta con el apoyo del Instituto para llevar adelante una importante propuesta de formación en nuestra sede. Se trata del Seminario anual de Alojar, que aborda la “Clínica de las posiciones subjetivas en la infancia”. El espacio también cuenta con el apoyo del equipo de la Maestría en Clínica Psicoanalítica con Niños de la Universidad Nacional de Rosario, donde Santiago está especializándose. 

El Seminario inició a principios de marzo y Santiago nos cuenta cómo se gestó el proyecto, el camino para emprender en la profesión y la importancia de la articulación con otros para concretar proyectos.

¿Cómo son los inicios de Alojar?

Alojar fue fundado el 11 de marzo de 2021, hubo una propuesta previa, en el año 2020, en el que inicié un ciclo de conversaciones llamado “De qué se trata escuchar a los niños y las niñas”, del que participaron dos psicoanalistas referentes a nivel nacional, Jaime Fernández Miranda y Pablo Peusner. En el 2021, organicé el primer seminario anual virtual donde invité a referentes locales y nacionales que trabajan con niños y niñas para trabajar en torno a la pregunta sobre el lugar para los niños y las niñas y también el contexto que atravesábamos como humanidad en relación a la pandemia.

Dentro del espacio de formación de Alojar tenemos distintas actividades: ciclo de conversaciones seminario anual, supervisiones y socialización de lo que se trabaja. Este año, me acompaña en la organización y coordinación la psicóloga Cristina Contreras.

¿Cuál fue el primer paso para concretar tu proyecto?

Cuando inicio mi carrera de posgrado en clínica psicoanalítica con niños, comienzo a pensar mi trabajo de manera distinta, a partir de otros autores que tienen una perspectiva analítica diferente, y esto me anima a transmitirlo en la provincia con la idea de tener otra perspectiva del trabajo. De allí el camino fue armar la propuesta, hacérsela a mis referentes para el dictado de clases virtuales y comenzar a buscar el apoyo de distintas instituciones.

Como profesional tuve una muy buena respuesta, de apertura delas instituciones que alojan a los profesionales desde distintos lugares y que, cuando uno inicia el recorrido profesional, se va dando cuenta que forma parte de estas instituciones como el Colegio de Psicólogos o el ISSPSE, que nos está brindando el acompañamiento para tener clases presenciales y también la difusión de la actividad y de la propuesta.

Es bueno que las instituciones tengan apertura a las propuestas de jóvenes profesionales a partir de lo que cada joven profesional va construyendo en su recorrido, que permiten llevar adelante proyectos novedosos para construir algo más.

También la librería Azul Mar acompañó desde un principio, brindando un descuento en la bibliografía y la Maestría de la UNR acompañó este proyecto desde la dirección de Jaime Fernández, y sus docentes dieron clases de manera virtual.

¿Cómo fue la respuesta de colegas ante la apertura del espacio? ¿Qué recomendarías para lograr concretar ideas y propuestas vinculadas a la formación profesional?

Hoy Santiago del Estero tiene una gran apertura a las propuestas nuevas. Y el trabajo con niños y niñas interpela de alguna manera a abrir espacios seguir preguntándonos. Las infancias hoy no son las mismas de hace un tiempo y las metodologías, las teorías y técnicas que teníamos para trabajar son insuficientes. Eso nos invita a construir nuevas herramientas para poder escuchar y trabajar con niños y niñas. También se fueron sumando diferentes disciplinas al espacio, estudiantes y profesionales de la psicopedagogía, de la psicología, de la docencia con muchas preguntas: que hacer, como escuchar, como intervenir, qué construir, cómo ofrecerse como un adulto disponible.

Cuando algo es nuevo, probablemente haya que andar bastante hasta que eso que el profesional tiene para ofrecer a la sociedad, a sus colegas, se conozca. Mi recomendación es tener muy claro el por qué uno ejerce la profesión. Es bueno que un profesional se pregunte que quiere con lo suyo y lo pueda compartir con otros, eso genera otros lazos. Hacerse la pregunta propia y luego ir armando y teniendo muy claro lo que uno quiere transmitir, la propuesta que tiene para invitar a sumarse.

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